Recuperamos este blog para centrarnos en el campo de la pastoral familiar, especialmente para compartir y divulgar la oración en familia.
Compartiremos nuestra oración familiar con el Evangelio de cada domingo y nos gustaría compartir también otras experiencias de oración para poder ir enriqueciendonos todos juntos.
Vamos a partir de un esquema que con el tiempo posiblemente cambiemos o adaptemos según las necesidades o las mismas vivencias que vayamos experimentando, pero es solo un esquema, una forma de aproximarse al hecho de la oración. Cada persona, cada familia puede tener la suya propia, y por eso si la compartimos, nos podemos acompañar unos a otros.
Vamos a partir con el Evangelio del domingo que en este caso es el del Corpus
Signos: Vamos a mantener un signo durante todas las oraciones familiares que seran un cirio encendido y la Biblia. También le podemos pedir a los niños de la casa que hagan un dibujo relativo a la lectura del día para situarlo en el lugar que realicemos la oración.
Inicio oración: Señal de la cruz
Lectura: Mc 14,12-16.22-26
El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual,
le dijeron a Jesús sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a
prepararte la cena de Pascua?» Él envió a dos discípulos, diciéndoles:
«Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua;
seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: "El Maestro
pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis
discípulos?" Os enseñará una sala grande en el piso de arriba,
arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.» Los discípulos se
marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y
prepararon la cena de Pascua. Mientras comían. Jesús tomó un pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad, esto es
mi cuerpo.» Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la
dio, y todos bebieron. Y les dijo: «Ésta es mi sangre, sangre de la
alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del
fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de
Dios.» Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.
Reflexión: Podemos enfocar la reflexión hacia como Jesús se entrega totalmente en la Eucaristía y como en la Eucaristía compartimos junto con otros cristianos nuestra Fe, y no solo nuestra Fe, sinó también todas las vivencias que experimentamos.
Peticiones y acciones de gracia: Cada miembro de la familia puede compartir sus peticiones y acciones de gracia. Para los más pequeños viene muy bien que las tengan escritas, también para los mayores ¿por qué no?
Oración de conclusión: Podemos rezar juntos un Padrenuestro y un Avemaría y/o también el salmo del día, que es el siguiente
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava;
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Compartiremos nuestra experiencia.